El cuervo
Almas fango
veneno la espanta
su piel desfigura el manto
hiel azucarada tibia
como el pan y la nata
seguro esta tarde duerme
y marchita su vuelo retorcido
al vapor, la orilla, la sangre
que coagula cuando callas
y en la taberna un cáliz
hacia el oriente un gesto
escuálido rastro
de un sentimiento llamado amor
las ramas y el frío
alguien alargó el camino
y en sus leucémicas rosas rojas
el vuelo ha descendido
a beber y cenar un poco
la miseria frágil
en la que aún hoy
le miro.
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